El obispo de zacatecas fue claro y directo al señalar que está en desacuerdo en la estrategia del gobierno federal de “abrazos y no balazos”
Ante los recientes homicidios de los familiares y amigos de la familia Monreal Ávila, el obispo de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló opinó dijo que estas acciones son “un mensaje a los gobernantes y a la ciudadanía”, de parte de “la delincuencia que quiere el poder” y señalar que no está de acuerdo con la estrategia del gobierno federal de “abrazos y no balazos”.
A través de su conferencia de prensa este domingo, el obispo dijo que estas acciones de violencia son “mi forma de ver, es una forma de decir: yo mando aquí, estamos aquí, somos más fuertes que ustedes”.
Los asesinatos que se han registrado, desde el sobrino y el cuñado del senador, así como otros que se han registrado en los últimos días, dijo el obispo que son “muy lamentables hechos, han venido a detener de alguna manera, a cimbrarnos, casi casi a ponernos otra vez en estado de guardia, como diciendo: ¿Es posible la paz?”.
Añadió que puede ser una señal de que “no es suficiente todavía” lo que se está haciendo en acciones de pacificación: “tenemos que estar unidos en una sola estrategia que nos lleve a recuperar el ambiente, la confianza, el que sí podemos vivir en paz”, que es sin duda lo que reclama y pide la gente.
Sigifredo Noriega Barceló, finalizó diciendo que está en desacuerdo en la estrategia del gobierno federal de “abrazos y no balazos” e informó que la Diócesis de Zacatecas se ha sumado al llamado del gobierno del estado para la construcción de paz.
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